Equilibrio y Audición
CLÍNICA BARONA Y ASOCIADOS
El mantenimiento del equilibrio en el hombre es complejo. Se mantiene gracias a la información recibida de tres sistemas sensoriales: la vista, la propiocepción (sensibilidad profunda de nuestros pies o de la parte del cuerpo que apoyamos) y el sistema vestibular (el llamado laberinto posterior que se sitúa en el interior del oído interno). Toda esta información llega al cerebro donde se procesa, interpreta y se hacen las correcciones necesarias para mantener el equilibrio. Mediante estos sistemas conseguimos estabilizar la mirada y mantener el control postural. Cuando cerramos los ojos, o cuando sufrimos una lesión del oído interno nuestro equilibrio se altera y el control de la postura se hace más difícil.
En condiciones normales con estos tres sistemas (oído, vista y propiocepción, nuestro apoyo) somos capaces de mantener el equilibrio. Pero… ¿Cómo interviene la audición en el mantenimiento del equilibrio? Para responder esta pregunta se han realizado múltiples estudios; en ellos se destaca el papel que tiene la audición en el mantenimiento del equilibrio sobre todo cuando alguno de los otros sistemas falla.
En una publicación reciente del tema, Equilibrio y Audición, realizada por Anat Lubetzky que revisa los estudios publicados hasta la fecha (resumen completo, al final del texto, en bibliografía recomendada), explica claramente que las caídas son una de las principales causas de lesiones con graves con consecuencias tanto para la vida de paciente (fracturas de cadera, muñeca…) como para su calidad de vida. Esto es así tanto en EEUU como en las principales naciones desarrolladas. El mantenimiento de un equilibrio adecuado es fundamental para evitarlas (JAMA Otolaryngology- Head &Neck Surgery, 2020).
En esta revisión, se demuestra claramente que la pérdida auditiva provoca disminución del equilibrio en la persona que la sufre y por tanto es un factor de riesgo de caída, que es claramente MODIFICABLE y por lo tanto mejorable. La información auditiva tiene menor valor para el mantenimiento del equilibrio que las informaciones visual, vestibular y somatosensorial-propioceptiva cuando estas están intactas. No es fundamental cuando el individuo tiene múltiples estrategias u opciones para mantener el equilibrio. No obstante, la información auditiva, conocida también como “anclaje auditivo” toma todo su valor en presencia de lesiones vestibulares o visuales o cuando las situaciones para estabilizarse son más complejas. El cerebro usa la información auditiva para crear una imagen espacial del entorno que le ayuda a mantener el equilibrio. Los trabajos de Gandemer (Frontiers in Neuroscience – 2017) son claros: cuanto mejor y más amplia o envolvente es la fuente del sonido menor es la oscilación del cuerpo y mejor el equilibrio. También es posible que en estos casos el estado cognitivo del paciente influya, pero hay que tener en cuenta que la hipoacusia (pérdida de audición), se conseidera un factor favorecedor del déficit congitivo en la persona de edad.
Estos trabajos y los que detallamos a continuación destacan la importancia de tener una buena audición que permita captar el sonido ambiental, con todos sus matices, para el mantenimiento del equilibrio. Esto es especialmente importante en aquellos sujetos que presentan algún déficit de equilibrio, ya que cuanto mejor oigan el ambiente que les rodea, mejor será su estabilidad.
Si tenemos en cuenta que con la edad se va perdiendo información sensorial: visual, vestibular , somatosensorial, propioceptiva… que permite mantener el equilibrio, cada vez es más necesario el anclaje auditivo. Una buena audición será una ayuda fundamental para evitar las caídas y las complicaciones que éstas provocan.
Mantener una buena audición no solo mejora nuestra calidad de vida y la relación con el entorno además, permite reducir el riesgo de caídas. Por lo tanto, el uso de ayudas auditivas, audífonos, es beneficioso no solo para mejorar la calidad auditiva, si no para mejorar el equilibrio en aquellos pacientes con déficits del mismo.
Bibliografía recomendada
- Anne Viljanen (Journal of Gerontology, 2009) realizó un meticuloso estudio en gemelas, 103 monocigóticas y 114 dicigóticas, con edad media de 68 años con el fin de conocer el efecto del la pérdida de audición sobre las caídas y la influencia que tiene la herencia genética en ellas. Realizó un seguimiento de 1 año en el que determinó el número de caídas durante este tiempo, los resultados del equilibrio medidos mediante posturografía y la audición de cada una de las pacientes. Concluyó que las mujeres con peor audición tenían mayor riesgo de caída lo que se correlacionaba peor estabilidad en las pruebas de equilibrio. Consideró que esto sucedía porque tener mejor audición ayuda a conseguir una mejor orientación espacial, mientras que la mala audición provoca peor orientación espacial, una atención más dispersa y hace que los sujetos participen en menos actividades por lo que sus habilidades van disminuyendo con el tiempo. Al realizar el estudio con mujeres gemelas descartó que los resultados tuvieran una base genética, ya que el que una de las gemelas cayera más o menos dependía de su grado de pérdida auditiva.
- Frank Lin (Arch Intern Med 2012) estudiando la base datos de la National Health and Nutrition Examination Survey (2001-2004) de USA, destacó también que la pérdida auditiva influía de forma importante en el equilibrio. Estudió un grupo de 2017 sujetos con edades comprendidas entre 40 y 69 años. Concluyó que por cara 10 dB de pérdida auditiva estos sujetos tenían un riesgo de caída 1.4 veces superior.
- R G Kanegaonkar (Journal of Laryngology and Otology – 2012), realizó un estudio sobre 20 sujetos sanos utilizando una plataforma Wii de Nintendo. Determinó el equilibrio de los participantes en 8 posiciones diferentes: Romberg con ojos abiertos , cerrados…, en una habitación normal y en otra insonorizada. De los resultados obtenidos concluye que la optimización de la audición, permite mejorar el equilibrio.
- Kavelin Rumalla (Laryngoscope 2015) presentó un sencillo trabajo sobre 14 sujetos mayores de 65 años, con pérdida auditiva y portadores habituales de audífonos. Realizó 2 sencillas pruebas de equilibrio, en posición de tándem (un pie delante del otro) y con los pies juntos sobre gomaespuma, ambas con los ojos cerrados con el fin de anular la información visual. En ambas situaciones las pruebas se realizan con y sin audífonos; en ambas el resultado fue el mismo: el equilibrio es significativamente mejor cuando el sujeto utiliza los audífonos. Concluyó que la edad por sí misma provoca una disminución de la información sensorial, que se asocia con aumento en el riesgo de caída en los sujetos de edad, pero que si a la edad se la pérdida de audición, el riesgo de caída aumenta. Considera que las intervenciones realizadas con el fin de mejorar la audición, uso de prótesis auditiva, tiene un impacto significativo en la mejora del equilibrio: el uso sistemático de audífonos puede disminuir el riesgo de caída en los sujetos con pérdida de audición.
- Vitkovic (Audiology and Neurootology – 2016) destacó la disminución de la oscilación postural y mejora del equilibrio tanto en sujetos normales como en pacientes con déficit auditivo cuando se disponía un sonido frente a ellos; la mejora del equilibrio era mayor cuando el sujeto presentaba algún déficit vestibular (del oído interno).
- Madelyn Stevens (Journal of Vestibular Research 2016) desarrolló un trabajo sobre 12 sujetos normales y 6 pacientes con alteraciones del equilibrio. En sus resultados destacó que la existencia de sonido externo permitía una mejora claramente significativa de la estabilidad, posiblemente debida a la mejora de la orientación espacial; el sonido presentado permitía a los sujetos y pacientes estudiados disminuir su oscilación postural en un 41%. Con estos resultados concluyó que mejorar la audición permite mejorar la estabilidad postural y disminuir el riesgo de caer. El beneficio obtenido era proporcional a la disminución de la información aportada por las otras aferencias fundamentales del equilibrio: vestibular (órgano del equilibrio), visual y somatosensorial o propioceptiva. La información auditiva sería de gran importancia en los pacientes que presentan un déficit o limitación en las demás informaciones. Los resultados obtenidos por Stevens son acordes con aquellos que destacan que la pérdida de audición aumenta el riesgo de caída. Concluyó que mejorar la adición, sobre todo en sujetos o pacientes que presentan otros déficits, permitía reducir el riesgo de caída. El uso de ayudas auditivas sería beneficioso para mejorar el equilibrio de estos sujetos.
- Lennie Gandemer (Frontiers in Neuroscience – 2017), realizó un muy interesante trabajo en el que determinó mediante posturografía el equilibrio de un grupo de sujetos en varias situaciones ambientales: sin sonido, con una fuente de sonido, con 3, con 10 o rodeados de un sonido envolvente. Concluyó que las referencias espaciales que nos llegan a través del oído permiten mejorar el equilibrio: cuanto más rico en sonidos es el ambiente en el que nos movemos, mejor es nuestra estabilidad. La audición permite crear un “mapa espacial” de nuestro entorno que ayuda a estabilizarnos. Algunos autores, denominan a este efecto “anclaje auditivo”. Estas referencias mejoran el equilibrio tanto en superficies estables como inestables.