Geriatría en Otorrinolaringología

CLÍNICA BARONA Y ASOCIADOS

Realmente cuando la vejez permite desempeñar las mismas tareas que se desempeñarían en la juventud, se consigue hacerlo incluso mejor. Las grandes empresas no se logran con la fuerza, ni con la agilidad física, ni con la rapidez, sino con otras cualidades como la sensatez, la previsión y la lucidez. Cualidades de las que no carece la vejez, al contrario, puede disfrutar ampliamente de ellas.  
Marco Tulio Cicerón. Siglo I AC

La degradación senil,  que afecta al aspecto exterior de los miembros de la especie humana, no suele atacar en la misma medida al órgano cerebral del que dependen las actividades mentales de Homo Sapiens. El hecho de que el astronómico número de circuitos cerebrales encargados de las actividades mentales siga funcionando con eficacia a una edad avanzada sigue siendo un misterio. Un problema… que hace más fascinante la experiencia de vivir.
Rita Levi-Montalcini. Premio Nobel de Medicina 1986

  • Leonardo Da Vinci, terminó la Gioconda en 1519, tenía 67 años de edad
  • Raymond Davis, ganó el premio Nobel de Física del año 2002, tenía 87 años de edad
  • Miguel Ángel Buonarroti, termino la maqueta de la cúpula de San Pedro a los 86 años.
  • Pablo Picasso pinto “Anciano sentado”, su último autorretrato, a los 91 años.

Si algo hemos aprendido de esta pandemia de Covid- 19 es que tenemos que cuidar más y mejor a nuestros mayores, mayores de 65 años (casi me incluyo entre ellos); cuanto mejor sea su estado de salud mejor podremos afrontar los problemas.

El objetivo de este blog es explicar los cambios que van aconteciendo en las distintas áreas que tratamos los otorrinolaringólogos en relación a la edad. No son enfermedades sino que son cambios fisiológicos que aparecerán en todos aquellos que alcanzan edades avanzadas. No hay que conformarse con vivir de una determinada manera porqué «soy mayor» si no que hay que tratar de poner todos los medios que tenemos a nuestro alcance para minimizar los efectos que esos cambios puedan tener en el día a día.

El médico ha de ser capaz de transmitir a su paciente tranquilidad, que muchos de estos cambios son propios de la edad, no son enfermedades; ha de acompañar al paciente durante esa etapa de la vida y enseñarle la mejor manera de combatirlos. El paciente por su parte tiene que reconocer que los años van acompañados de ciertas limitaciones, ha de confiar y poner todo su esfuerzo para revertir esa situación y alcanzar la máxima calidad de vida.

Vamos a  repasar, de forma progresiva,  aquellos cambios, a veces enfermedades, que más afectan a las personas de edad en nuestra especialidad, la Otorrinolaringología, que afectan a la garganta, la nariz y el oído. La finalidad no es otra que conseguir un mejor conocimiento de ellas, para que no nos afecten o si lo hacen sea de la forma más leve posible; intentaremos promocionar un mejor estado de salud que permita afrontar mejor los próximos años.

En los próximos meses iremos viendo de forma progresiva las siguientes afecciones:

  • Presbiacusia, como afecta la edad a la pérdida de audición. Veremos los problemas que provoca y  las importantes mejoras tanto en el diagnóstico precoz como en el tratamiento.
    El tratamiento se ha transformado gracias al paso de los antiguos dispositivos analógicos a los modernos digitales que evitan los chirridos y crujidos que producían los de antaño.
  • Presbivértigo, el desequilibrio que nos afecta con la edad, como podemos evitarlo y prevenir las caídas que provoca; a veces con tratamientos sencillos como el del vértigo posicional paroxístico benigno.
  • Acúfenos,  los molestos ruidos de oído, como tratarlos para conseguir, sino su desaparición, al menos que sean menos molestos.
  • Rinitis y sinusitis, que provocan sequedad nasal o la sensación de moco, goteo por detrás de la nariz.
  • Presbifonía, las alteraciones de la voz, tan molestas cuando aparecen y que nos dificultan la comunicación.
  • Prevención y tratamiento del cáncer, un problema que tanto preocupa y en el que debemos centrarnos sobre todo en su prevención.
  • Alteraciones de la deglución, que frecuentemente nos limitan nuestra vida social y que pueden estar provocadas por trastornos no difíciles de solucionar como el reflujo o la sequedad de mucosas.
  • Alteraciones del gusto y del olfato que tanto incomodan en el desarrollo de nuestra vida social.

Todo ello, lo iremos viendo a lo largo de estas páginas.

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