La disfonía por tensión muscular (DTM) es la sensación de incomodidad al hablar o el cambio en el tono de la voz, que puede dar lugar a dolor, tos, carraspeo… provocado por una excesiva tensión de las músculos de la laringe, nuestro órgano fonador.
La disfonía por tensión muscular es una de las causas más comunes de disfonía o ronquera. Puede afectar a personas de cualquier edad. A veces la voz puede sonar normal y luego puede repentinamente cambiar y sonar tensa, áspera, o débil. También puede causar otros síntomas como fatiga al hablar, que necesita más esfuerzo para hablar o incluso dolor
La disfonía por tensión muscular puede ser primaria, cuando las cuerdas vocales son normales, o secundaria como consecuencia de problemas tales como el reflujo o alergias afectan la garganta. También puede ocurrir después de una enfermedad, generalmente de larga evolución, o tras un evento emocional estresante.
Los músculos de la laringe deben trabajar más para superar estos problemas, de forma que crean malestar y ronquera. Aunque la DTM no suele causar lesiones importantes en las cuerdas vocales, si la voz continúa usándose mientras los músculos trabajan demasiado, las cuerdas vocales pueden lesionarse.
¿Cómo se diagnostica la disfonía por tensión muscular? Un médico otorrinolaringólogo que es el especialista en la voz, escuchara como suena su voz, le palpara el cuello para notar la tensión de sus músculos y por medio de una pequeña cámara mirará a través de su nariz o boca en que estado se encuentra su laringe en general y sus cuerdas vocales en particular.
¿Cómo se trata la disfonía por tensión muscular? El tratamiento principal de la DTM es la logopedia, que es una forma de fisioterapia para la voz y la garganta. La terapia se realiza de forma personalizada para cada paciente ya que depende del estado de la laringe y de sus síntomas. Va dirigida a disminuir la tensión de los músculos vocales y también incluye consejos para mantener una voz sana: evitando fumar, forzar la voz, siguiendo una dieta saludable que evite el reflujo…
A veces, es necesario utilizar medicamentos para tratar el reflujo, la alergia o infecciones… Rara vez se necesita cirugía para su tratamiento.
Dr. Rafael Barona de Guzmán
Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Otorrinolaringología
Profesor de Otorrinolaringología de la Universidad Católica de Valencia