En el COVID-19 la disfunción olfativa es más frecuente que en cualquier otra infección viral del tracto respiratorio. Es uno de los síntomas más frecuentes, de forma que pronto paso a ser unos de los síntomas que hacía sospechar la infección.
Según los estudios afecta entre 41,7% y 75,7%. de los pacientes. Actualmente no existe ningún tratamiento que tenga una efectividad demostrada, aunque parece ser que el más adecuado sería el entrenamento olfativo: exponer al paciente a varios olores que él conoce, así estimular la memoria olfatoria y que recupere el olfato perdido.
Con el fin de conocer el grado de recuperación al año de sufrir de la enfermedad se realizo un estudio conjunto entre hospitales belgas e italianos, en los que se emparejaron sujetos de la misma edad unos afectos de COVID-19 y otros no.
Covid 19 después de 1 año de infección
Al año de la infección la prevalencia de parosmia (distorsión de la sensación de lo que olemos), fantosmia (detección de olores que no están presentes) y trastornos gustativos fue significativamente mayor en sujetos con infección de COVID-19. Se detecto función olfativa normal en el 73,5% de los casos afectos y el 96,5% de los controles. En el grupo COVID-19, el 26,5% de los casos tenían disfunción olfatoria (anosmia en el 4,7%, hiposmia en el 21,8%) frente al 3,5% en el grupo control (todos hiposmia).
La prevalencia de disfunción olfatoria encontrada en el presente estudio está en línea con la reportada por otros autores a los 6 meses. Estos datos deben considerarse intermedios ya que con otros virus la recuperación del olfato se ha informado muchos años después de la infección.
Estos hallazgos tiene importantes implicaciones clínicas, ya que las alteraciones cualitativas del olfato pueden reducir la calidad de vida de los pacientes incluso más que las meramente cuantitativas. En la actualidad, los tratamientos más utilizados de la disfunción olfativa son los corticoides por vía local, nasal o por vía sistémica, generalmente por vía oral y el entrenamiento olfativo: exponer al paciente a varios olores que él conoce y así estimular la memoria olfatoria y que recupere el olfato perdido. Si bien existen nuevos tratamientos, en fase de estudio tales como la irrigación nasal con Teofilina. Por ahora no hay que desesperar continuamente aparecen novedades, y siempre consultar con su especialista
Dr. Rafael Barona de Guzmán
Referencias:
Luigi Angelo Vaira MD y cols: Prevalence of Persistent Olfactory Disorders in Patients With COVID-19: A Psychophysical Case-Control Study With 1 year follow-up. Otolaryncology Head and Neck.- First Published November 23, 2021; pp. 183–186
Shruti Gupta, MD y cols : Efficacy and Safety of Saline Nasal Irrigation Plus Theophylline for Treatment of COVID-19-Related Olfactory Dysfunction: The SCENT2 Phase 2 Randomized Clinical Trial. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg. July , 2022.